Con la venia de nuestro invitado Spiros, y viendo que el ambiente en torno a la ejecución del vídeo que nos ha planteado empieza a caldearse (comenzamos por fin a percibir algo de actividad), me voy a permitir lanzar una serie de referencias-sugerencias-reflexiones para que pueda serviros (o no…) de ayuda en este arranque que entendemos puede resultar algo arduo para quien no se haya enfrentado antes a una experiencia similar.
Por empezar de alguna forma, se me ocurre recurrir a la figura de un maestro pionero del difícil mundo del vídeo-arte, de la videocreación: hablo de Zbig Rybczynski (no, no es un mote, se llama así…). Personaje fundamental, del que me consta que Spiros es también un gran admirador, este polaco (de Polonia…) nacido en 1949, lleva desde los años 70 experimentando de una forma siempre sorprendente, innovadora y visionaria con la herramienta del vídeo, desde sus inicios como fuente de comunicación audiovisual.
Exprimiendo hasta el límite las posibilidades técnicas de la herramienta, desde las muy toscas y artesanales de un principio hasta las enormemente sofisticadas de hoy en día, en cada momento de su obra nos ha abierto los ojos, los oídos y el resto de los sentidos a un mundo de maravillosas ensoñaciones, a un enriquecedor cosmos de referencias, cuya huella nos acompaña mucho más allá de esos breves minutos que duran sus obras.
Entre otras muchas cosas, Rybczynski nos hace reflexionar a los cautivados por este medio, sobre las posibilidades que la herramienta artística del vídeo ofrece y muy especialmente nos revela la percepción del espacio, y fundamentalmente del tiempo, como herramientas plásticas manipulables. (Vaya, ¿como arquitectos esto no debería sonarnos a algo? )
Aunque las secuencias temporales no lineales no son nuevas en el mundo del cine (Memento, historia narrada hacia atrás, Pulp Fiction, secuencias temporales con saltos hacia adelante, atrás, arriba y abajo), aprendemos que el tiempo, a través de la herramienta videográfica, es una versátil vía de generar estructuras abstractas (no figurativas, no líricas, no necesariamente argumentales), en las que la lógica narrativa puede ser tan sólo (ni más ni menos) una pura experiencia plástica, reproducida a un ritmo de 24 imágenes por segundo (30 si somos americanos). Hoy en día el mundo del vídeo-clip musical (por el que personalmente siento una especial fascinación) nos ofrece devorar de una forma a veces inconsciente un enorme abanico de sugerentes experiencias audiovisuales alternativas, de dosis abstractas de experiencias de no más de tres minutos de duración.
La referencia que Spiros nos hace en la presentación de su trabajo, ese montaje collage, ese cut-up audiovisual, puede estar, creo yo, perfectamente en esta línea de reflexión. (Corrígeme Spiros si me equivoco).
Con esto no quiero decir que el argumento, la intención, la inquietud, o la promesa que debe guardar nuestro tráiler sobre la ciudad, deba desaparecer, no, sencillamente digo que no tiene por qué ser una “historia” con un argumento lineal, con principio y fin, sino que puede responder a esquemas puramente abstractos, conceptuales. Puede ser por ejemplo un esquema geométrico, o una acumulación de capas, o una recreación sobre percepciones alteradas, o tantas y tantas posibilidades tan sólo limitadas por nuestra capacidad de imaginar.
Y siempre, estará la posibilidad de manipular el tiempo en nuestro montaje. Podremos estirarlo, alargarlo y acortarlo, doblarlo, cortarlo a saltos o de forma sinusoidal, pegarlo en un momento dado para hacerlo derretir vertiginosamente acto seguido, podremos manipular una secuencia temporal, o podremos acumular varias de ellas, cada una con la facultad de ser trastornada malévolamente…en fin, las posibilidades son infinitas.
De cualquier forma, no quiero que quien haya sido capaz de leerse este tostón hasta aquí, considere esto como un camino a seguir a rajatabla. La intención es tan sólo abrir vías de reflexión para que quien verdaderamente acabe cautivado por el tema, pueda encontrar caminos para huir de lo obvio. Como buenos arquitectos, siempre es más deseable acercarnos por caminos paralelos, dejarnos guiar por nuestra visión periférica, rozar los momentos inciertos y excitantes de las fronteras difusas, poco evidentes.
Bueno, para no enrollarme más, e ilustrar un poco todo lo que os he contado, os voy a colgar un vídeo muy significativo del amigo Rybczynski. Se trata de “Tango”, obra del año 1980, por la que obtuvo ni más ni menos que un Óscar de Hollywood, o sea, que no os hablamos de un personaje cualquiera.
Un espacio sencillo y aparentemente inofensivo, una habitación en la que comienzan a aparecer y a acumularse una serie de personajes y….bueno, prefiero que lo veáis y prometo escribir mi propia reflexión sobre él.
Estoy como una moto con el tema y en estos días, si Spiros me lo permite, voy a seguir colgando vídeos fantásticos y reflexiones quizá no tan fantásticas.
Todo el mundo a trabajar como locos.
Saludos.
Joaquín López Vaamonde
No comments:
Post a Comment